Con actos culturales, cívicos, deportivos y sociales, la parroquia Colaisaca, del cantón Calvas, festejó su 144 aniversario de vida política.
El 12 de septiembre empezó la programación con el pregón de fiestas, en el que se presenció el concurso de carros alegóricos con el tema “Costumbres de mi Tierra”, y más derroche de cultura y tradición. Asimismo hubo encuentros deportivos de indoor fútbol masculino y femenino y ecuavóley.
El 15 de septiembre, día central, se celebró una eucarística, el desfile cívico estudiantil y la sesión solemne. Asistieron autoridades provinciales, cantonales, parroquiales y ciudadanía.
Durante el acto solemne, la presidenta del Gobierno Parroquial, emitió su informe de labores: “he asumido el liderazgo del desarrollo local rural, que se ha reflejado en un trabajo honesto, directo y transparente”, expresó.
El Gobierno Parroquial ha trabajado con apoyo del Gobierno Provincial de Loja en el resanteo de las vías de la parroquia, así mismo se fomentó la seguridad alimentaria con el proyecto de huertos familiares, en los que se beneficiaron 26 familias del sector además de la organización comunitaria para producir y comercializar cuyes, crianza de porcinos y gallinas ponederas.
Se construyó una cocina comedor, dormitorio y bodega para la escuela Batallón del Sur en convenio con el GAD Cantonal; del mismo modo se amplió y remodeló la casa parroquial, se colocó protecciones de jardineras del parque central y, en convenio con el Municipio, fue ejecutado el proyecto de agua potable para 35 familias en los barrios Tunas-Carango.
De otra parte, la parroquia recibió reconocimientos de la Asociación de Gobiernos Parroquiales Rurales de Loja –ASOGOPAL-, Gobierno Municipal de Calvas y Gobierno Provincial de Loja.
Su historia y su gente
El nombre colaisaca se pierde en la lejanía de los tiempos y nos recuerda a una de las más valerosas y bien estructuradas tribus de la parcialidad, Colaisacapi, que integraba la gran nación curimanga.
Su centro parroquial se encuentra incrustado en la cumbre de un perfil de la cordillera de Colaisaca, de la cordillera de los Andes. Por el horizonte vasto y majestuoso que le circunda, se lo denomina con el título de “Sultán de los Andes Meridionales del Ecuador”.
Colaisaca besa las sienes del esbelto y granítico cerro Planchepiedra y es un perenne vigía del sur y un pueblo más que ha dado hijos dignos y portadores del buen nombre de Calvas.
Colaisaca se identifica por ser extensa en territorio: cuenta con dos comunidades, la de Atillo y la de Chinchanga, estas comunidades se identifican por sus títulos de propiedad que poseen desde la Real Audiencia de Quito.
La vestimenta de la población es característica con prendas de vestir tanto de lana de oveja, como de algodón que se produce en el mismo territorio, hilan la lana o el algodón y luego tiñen los hilos para luego someterlos a un telar donde realizan los ponchos que utilizaban hombres y mujeres en vez de chompa o suéteres y el centro o bayetas, se ponían las mujeres en vez de falda. Sus pies los cubrían con las oshotas y en la cintura los hombres se colocaban el cuchillo en vaina.
Así mismo, las mujeres realizaban jergas, alforjas, bolsicos y los hombres hacían las sogas de cabuya y jicras, lazos, jáquimas y chicotes de cuero, utensilios como cucharas, bateas de madera y sus viviendas se caracterizaban por ser de bareque y actualmente de adobe y teja.
Sus hombres y mujeres se dedican a la agricultura, ganadería y crianza de animales domésticos, sus comidas típicas son el repe, mote con arveja, menestras de granos secos como la zarandaja, fréjol chileno, haba, sango, tortillas de maíz, tamales, humitas, tostado, fritada, carne seca de ganado vacuno, frutas producidas en el medio.
Antes de salir al campo a realizar sus actividades, elaboran un calentado de aguardiente hervido con montes naturales como un remedio llamado draque o pepo.
Fuente: El Mercurio.
